jueves, 30 de octubre de 2014

Porqué era importante para mí alcanzar la libertad financiera.


Después de leer el libro de Robert Kiyosaki Padre Rico Padre Pobre lo volví a leer varias veces más, lo subrayé y escribí muchas notas sobre él. Me di cuenta que las reglas del juego han cambiado que los ricos se hacen cada vez más ricos porque saben, comprenden y aprovechan las reglas.

Mientras que la mayoría de las personas de clase media y baja somos y seguiremos siendo las “víctimas del sistema” hasta que no cambiemos nuestros programas mentales. Representamos el 95% de la población mundial, somos los que más impuestos pagamos, los que tenemos menos seguridad laboral porque dependemos de un empleo para ganarnos la vida, pero  no estamos preparados para aprovechar las reglas como lo hacen los ricos principalmente por 2 motivos: no las conocemos o no nos interesa conocerlas.

Nuestro sistema educativo se enfoca en preparar a los jóvenes para obtener buenos empleos gracias a las habilidades académicas que logren desarrollar en las universidades. Hasta los egresados del Tec de Monterrey con todo y su filosofía sobre cultura emprendedora salen buscando empleo como directivos en las empresas más prestigiosas o en las empresas propias de sus familias.

Todos tenemos la oportunidad de mejorar nuestro estilo y calidad de vida, pero debemos aprender a aprovechas esas reglas para eso hay que aprender sobre como contabilidad, finanzas, mercadotecnia, economía, entre otras.

Yo sé que están pensando, pero si yo soy nutriolog@, mi deber es aprender sobre nutrición y especializarme para ser mejor profesionista, debo estudiar un posgrado sobre Diabetes o Nefro o Cáncer o Nutrigenética o Pediatría o Deporte y así me ira mejor. Pues te tengo malas noticias, si lo haces solo para tener mejores ingresos, en esta área laboral eso no siempre es así.

Déjame platicarte de un pasaje muy interesante que leí en el capítulo 3 sobre Ray Kroc el fundador de McDonalds, que al finar de una conferencia se reunió con un grupo de estudiantes de un MBA y este le preguntó a los estudiantes “¿Saben cuál es mi negocio?”, la mayoría pensó que Ray estaba bromeando, le respondieron, por supuesto que sabemos que te dedicas al negocio de las hamburguesas. Ray se rió,  “eso es lo que pensé que dirían”. Hizo una pausa y respondió “Mi trabajo está en la venta de franquicias de hamburguesas pero MI NEGOCIO REAL son los bienes raíces”. ¿¿¿QUÉ??? ¿¿¿QUÉ???.

Pues resulta que este señor identificó que la persona que compra una franquicia de McDonalds también está adquiriendo un contrato de arrendamiento de por vida del inmueble, así que la empresa de bienes raíces que pertenece de Ray Kroc decide cual es el lugar más conveniente para abrir un nuevo McDonalds y cuanto va a cobrar de renta. Es decir, gana cuando vende la franquicia (y con ella el sistema del know how), y ese es su trabajo.

Sin embargo con el pago de la renta del local Ray Kroc está comprando el terreno sobre el cual está el inmueble. Actualmente él es el dueño de los lugares con las mejores ubicaciones en el mundo y posee más propiedades que la iglesia católica.

No sé si me esté dando a entender, el punto es que a diferencia de lo que casi todos hemos creído toda la vida TU TRABAJO Y TU NEGOCIO NO SON LO MISMO!. Tu trabajo lo obtienes generalmente como resultado de la carrera que escogiste estudiar y este puede darte dinero para vivir bien pero no te dará dinero en abundancia, en raras excepciones te dará riqueza.

La pregunta que yo te haría es ¿Qué quieres hacer con tu vida?, me vas a decir “el dinero no lo es todo”. Lo sé, pero también creo que como dice Harv Ecker “El dinero es extremadamente importante en las áreas en las que funciona”, se encuentra casi al nivel del oxígeno, pues es necesario para poder tener una buena calidad de vida. No sé si lo hayas reflexionado alguna vez ¿Para ti que significa el dinero?, para mí el dinero significa LIBERTAD…..

LIBERTAD para decidir cuánto tiempo pasar con mi familia, cuanto tiempo puedo descansar, en que trabajar, que estudiar, que aprender, a que escuela QUIERO llevar a mis hijos, a qué lugar quiero ir de vacaciones, cuantos días y cuantas veces al año, que alimentos puedo comer, en qué lugares, que causas PUEDO apoyar, de qué manera, etc.

Entonces la LIBERTAD FINANCIERA no tiene que ver con la opulencia o riqueza extrema, sino con generar dinero para cubrir tus gastos fijos mediante uno o varios negocios que te permitan tener LIBERTAD DE TIEMPO para dejar tu estresante y absorbente trabajo si así lo deseas y dedicarte a las cosas que a ti TE APASIONAN.

Recuerdas ¿QUE ES LO QUE TE APASIONA?, ¿es a lo que te dedicas para ganarte la vida?, si es así ¡MUCHAS FELICIDADES!, de veras eres muy afortunad@ pues perteneces a menos del 1% de la población mundial. Si es así por favor no sigas leyendo, pues lo siguiente que les voy a exponer sería inútil para ti y hasta podría incomodarte. Disfruta tu vida al máximo y comparte tu historia con la gente que te rodea, pues podrías ser su inspiración.
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Recuerdo a uno de los maestros que más he admirado en el área de la Nutrición, es médico, hizo subespecialidades en Medicina Interna, Anestesiología, Terapia Intensiva y Nutrición Clínica, una verdadera fuente de sabiduría, siempre era muy agradable platicar con él. Algo que me llamaba mucho la atención era a que se dedicaba los fines de semana, era un ferviente apasionado de la Fotografía, Pintura y de la Poesía, esa era su verdadera pasión, pero no podía mantener su estilo de vida de esta manera, así que regresaba a ponerse la bata de lunes a viernes para vivir plenamente el fin de semana.

Con mucha pena te comparto que cuando yo me hice esa pregunta duré varios días en poder responderla. YA NO RECORDABA QUE ME APASIONA, sino estaba siempre enfocado en lo que debía hacer para ser mejor profesionista, en lo que necesitaba el Nutriólogo Rodolfo Guajardo y no en lo que verdaderamente me apasiona y necesitaba como persona.

Con el paso del tiempo empecé a centrarme nuevamente en otras áreas que necesitaba fortalecer, dejando nuevamente de lado el crecimiento personal, la parte profesional siempre fue la más sencilla de desarrollar para mí, así que decidí enfocarme en el área empresarial y aprender de la filosofía de Kiyosaki.

Uno de los mensajes más importantes del libro de Kiyosaki está en el Capítulo 1: Los ricos no trabajan para obtener dinero, hacen que el dinero trabaje para ellos.
Cuando leí este título dije ¿¿¿¿Whatttt????, pero ¿cómo es posible que los ricos no trabajen por dinero?, si no lo hicieran, no serían ricos ¿o no?, pues ya me quedó claro que lo que hacen es buscar negocios o inversiones en donde ellos no estén presentes y que estos les generen dinero constante (a lo que Kiyosaki le llama ingreso pasivo) cada mes, de tal forma que al seguir acumulando estos activos generen tal cantidad de dinero que paguen sus gastos fijos y además les quede suficiente dinero para seguir adquiriendo cada vez más activos y generar ingresos cada vez mayores aumentando su riqueza.



La parte racional de mi cerebro lo entendía, pero la parte emocional tenía dudas, pues siempre había trabajado como empleado y autoempleado; además ¿cómo vas a abrir un negocio en donde no estés? Si el lema de mi abuelo materno era “el que tenga tienda que la atienda” o como también decía mi abuelo paterno “al ojo del amo engorda el caballo”, es decir tenía la idea en mi cabeza que siempre tienes que estar al pendiente y atender tu negocio, pues en mi historia personal si no iba a trabajar como empleado me descontaban el día y como autoempleado en mi consultorio si no daba consulta pues tampoco ganaba dinero o si salía de vacaciones o de congreso, además de gastar dinero dejaba de ganarlo!!!. Me di cuenta que tenía que aprender otras formas de cómo alcanzar mi sueño.

Capítulo 6. Trabaja para aprender, no trabajes para el dinero.
Siempre me ha gustado aprender cosas nuevas y si ahora eran para poder mejorar mi futuro financiero estaba más que dispuesto a hacerlo, pero ya no buscaba posgrados para mejorar mi tabulador de pago en mi trabajo.

Uno de los problemas de la escuela es que casi siempre te conviertes en lo que estudias, si estudias gastronomía buscas ser Chef de un restaurante, si estudias nutrición buscas ser nutriólogo de alguna empresa. Muchos se pasan la vida viendo por los negocios de otros y haciéndolos cada vez más ricos cada vez. Recuerdo de haber leído un acrónimo de EMPLEO muy ad oc.
E studia
M ucho
P ara
L ograr
E nriquecer a
O tros

Llega a mi mente este acrónimo todos los días que llego a trabajar muy temprano y veo a compañeros maestros que han estudiado Doctorados y Posdoctorados, que tienen un carácter del demonio y una actitud antisocial y de frustración, cuando los saludas algunos no te contestan y otros apenas se escucha un extraño balbuceo que aún no logro descifrar si es “buenos días” o si es una mentada de madre en latín, tailandés u otomí.

No me resulta raro su comportamiento de frustración pues me imagino que soñaban con trabajar en importantes centros internacionales de investigación, pero se encuentran dando clases a chicos de preparatoria y/o en los primeros semestres de licenciatura y que aún a pesar de sus avanzados estudios, sus tabuladores se encuentran topados al máximo y ganan lo mismo que una persona con nivel de Maestría y 10 años de experiencia docente. ¿Es justo? Claro que no, pero es una realidad. 
Cada uno tiene la decisión en sus manos de cambiar su vida pero necesitamos tener la apertura para reconocer que el método de toda la vida y con lo que muchos soñamos ha cambiado.

Ahora tomo cursos de temas como negociación, marketing, e-marketing, finanzas para no financieros, incluso sobre acciones, futuros y opciones financieras, metales y divisas.

Leí todos los libros de Robert Kiyosaki, tratando de aprender la visión de los ricos y encontrar un negocio adecuado:
  • Padre Rico, Padre Pobre. Lo que los ricos enseñan a sus hijos acerca del dinero ¡y la clase media no! (1997)
  • El Cuadrante del Flujo de Dinero. Guía del Padre Rico hacía la Libertad Financiera (2000)
  • Guía para Invertir. En que invierten los ricos ¡a diferencia de las clases media y pobre! (2000).
  • Niño Rico, Niño Listo. Como dar a sus hijos una educación financiera sólida (2001).
  • Retírate Joven y Rico. Como volverse rico pronto y para siempre (2001).
  • La Escuela de Negocios. Para personas a las que les gusta ayudar a los demás (2001).
  • Padre Rico, Padre Pobre para Jóvenes (2004).
  • Antes de Renunciar a tu Empleo (2005).
  • Queremos que seas Rico (2007).
  • Incrementa tu IQ Financiero (2009).
  • Hermano rico, hermana rica (2009)
  • La Conspiración de los Ricos. Las 8 nuevas reglas del Dinero. (2010)
  • El Negocio del Siglo XXI .
  • La ventaja del ganador. El poder de la educación financiera (2011)
  • El Toque de Midas "Midas Touch" Por qué algunos emprendedores se vuelven ricos y la mayoría no.(2011)
  • Despierta el genio finaciero de tus hijos.

A diferencia de otras etapas de mi vida ahora iba probando negocios mientras seguía con el resto de mis actividades cotidianas. Probamos muchos modelos de negocios, desde colocar máquinas expendedoras de café, venta de aparatos de electro estimulación y ultrasonido para clínicas, venta de aparatos para nutriólogos (básculas, plicómetros, estadímetros, cintas, softwares, etc).

Además incursioné en un área completamente nueva para mí, pero que desde niño me había llamado la atención, pero como la visión de mis padres para ese tipo de actividades era “eso es demasiado riesgoso, mejor busca un trabajo seguro en una empresa que te de prestaciones” pues nunca lo pensé como una opción viable para mí: los mercados financieros.

Sin embargo aún que nos fue bastante bien en varios de estos negocios y nos generaba buenos ingresos, nuevamente había un gran problema, había que estar presente en casi todos, así que nuevamente casi no dormía y el estrés estaba de regreso en mi vida.

Seguí leyendo muchos libros hasta que encontré hasta ahora EL LIBRO “Los secretos de la mente millonaria” de Harv Eker, el cual a diferencia de los anteriores de Kiyosaki, este se enfoca como piedra angular  que “El único modo en que puedas cambiar tu mundo exterior es cambiando tu mundo interior”.



Una de las cosas más importantes que podemos llegar a comprender es que no vivimos en un plano único de existencia, lo hacemos en 4 esferas que para alcanzar la verdadera riqueza necesitamos trabajar y fortalecer a la vez:
El mundo físico
El mundo mental
El mundo emocional
El mundo espiritual

La mayoría de la gente jamás nos damos cuenta que el mundo físico solo es el reflejo de los otros 3. Puedes tener todos los conocimientos y experiencia del mundo, pero si tu patrón mental, emocional y espiritual no está programado para el éxito, estamos condenados a fracasar económicamente. ZAZ!!!!! Ahora entendía que era lo que me faltaba, siempre me había enfocado en la parte física y mental, pero tenía la parte emocional apenas cubierta para ser funcional y la parte espiritual abandonada.

Esta vez me enfrentaba a uno de mis más grandes retos ahora necesitaba crecer como persona, para lograr MI ANHELADA LIBERTAD FINANCIERA.

Después de esa impresionante sacudida, comencé ahora a leer muchos libros de crecimiento personal, asistí a conferencias, seminarios, fui a terapia psicológica y me acerqué nuevamente a Dios.


Ahora veía las cosas de una perspectiva diferente, seguía a la caza de nuevos proyectos, buscaba un modelo de negocio que se adaptara a mis nuevas necesidades, hasta que lo que después de muchos intentos por fin lo encontré……………………….

jueves, 9 de octubre de 2014

La Metamorfosis de mi Vida. Parte 2

El hecho de haber estudiado una Maestría fue el orgullo de mi esposa, padres, familiares y amigos, me sentía muy bien por el hecho de aprender cosas nuevas, aplicarlo en mis clases, ser parte de ese selecto 3% de mexicanos que estudian un posgrado y además poder ganar más dinero, es decir toda una caricia al ego.

Mientras tanto se dio una serie de recortes de personal en la universidad y nadie estaba exento, extrañamente en las personas despedidas había un cierto patrón: eran maestros con muchos años de experiencia y/o que tenían puestos administrativos altos que me imagino ganaban bastante bien. Esta situación del despido se sentía cada vez más cerca y me causaba terror quedarme sin un “empleo seguro”. Debido a la “reasignación de actividades”, había que incrementar la eficiencia en los puestos administrativos, es decir, una forma elegante de hacernos entender que íbamos a tener más trabajo, mas estrés, pero el mismo sueldo.

El estrés se seguía incrementando y llegó el insomnio, en parte por el estrés laboral, pero también por las exigencias académicas de la maestría. No era raro que durmiera 20 horas por semana, se empezó a acumular el cansancio crónico, el mal humor, empecé a aumentar de peso a tener arritmias cardiacas y crisis de ansiedad.

Le pedí a uno de mis amigos médicos de la maestría que me revisara y de ser necesario hacer estudios clínicos e interconsulta con algún cardiólogo, mi amigo muy amablemente me dijo: lo que tienes es ESTRÉS, jajajajaja estrés yoooooo??, claro que no!!!!, pero si yo no me siento estresado, además lo he manejado muy bien toda mi vida, estresado cuando no tenía trabajo!!! -jajajajajajaja que frase más idiota-, él muy seriamente me preguntó ¿Y porqué estás estresado?, después de pensarlo unos segundos le contesté: por mi exigencia al hacer la maestría –quería demostrarle al mundo que era el mejor nutriólogo que haya hecho ese posgrado (¡que tonto!)- , por las exigencias en el trabajo, por preparar las clases y lograr que mis alumnos se interesen en mis materias, por los gastos fijos que he adquirido y las deudas que ahora tengo, porque paso menos tiempo con mi esposa (los problemas con ella iban van en aumento), porque estoy cada vez más gordo y siento cada vez más fuerte ese dolor en el pecho que no me deja respirar…...

Me dijo mi amigo, si el problema principal es tu trabajo, ¿porqué no cambias de trabajo?, ¿¿¿¿¿¿WHAT?????, pero si este es un trabajo seguro!!!!, el me respondió, lo único que es seguro es que te vas a infartar si sigues así, tienes que comer mejor, dormir más, hacer ejercicio, vamos a iniciar un tratamiento con medicamentos ansiolíticos y pensar muy seriamente en encontrar otra actividad en donde no tengas tanto estrés; me dijo, tú estás mucho más capacitado que todos los que estamos en el grupo, ¿por qué no abres un consultorio?, estoy seguro que te iría muy bien, me llegó inmediatamente un flashback de los casi 4 años en el que trabajé en el consultorio en Morelia y las arritmias se empezaron a manifestar inmediatamente. Creo que mi amigo vio alguna reacción en mí porque me dijo, tranquilo, yo estoy pensando en abrir un consultorio nuevo y si quieres podemos compartir los gastos, déjame mostrarte la agenda de mi consultorio actual, me dijo, veo al menos 100 pacientes por semana, no les cobro mucho, pero estoy en una zona popular y le ayudo a la gente a bajar de peso de una forma ética y profesional, si quieres te enseño como lo hago.

ABRIENDO LAS ALAS
Después de mucho reflexionar y gracias a los ansiolíticos, pude tener una visión mucho más clara del problema y me di cuenta que lo que más estrés me generaba (además de donde menos efectivo recibía) era de la coordinación de investigación, tenía prestaciones pero tenía que renunciar a eso con el fin de recuperar mi salud física y emocional. Hablé con algunos amigos y sus reacciones fueron muy diversas, muchos me dijeron “hay miles de personas que soñarían con ese trabajo ¿y tú lo vas a dejar?”, otros me apoyaron y me dijeron “Rodo, tú vas a tener éxito por quién eres, en esta universidad o en donde sea”, mientras que mi esposa y mi familia siempre me apoyaron incondicionalmente.

Ya estaba decidido, “tenía que domar a la cobra del miedo” como dice Harv Ecker. Hablé con la coordinadora y la decana para hacerles saber mi decisión de renunciar a la coordinación, ellas en su rol institucional trataron de hacerme ver eso era un error y que no me aseguraban mi estancia como docente “variable” si renunciaba a la plaza. Y lo cumplieron, el siguiente cuatrimestre tuve menos horas de clase (de 24 horas me bajaron a 10), me quitaron las clases en diplomados, es decir me aplicaron “el castigo por haber tomado una mala decisión y nadie le hace eso a esta universidad”.

El trabajo en el consultorio para variar era muy inconstante, para aumentar la consulta hice entrevistas en radio, televisión, publicidad en revistas, volantes y parecía no ser suficiente, a la gente no le importa tu preparación, solo que tan barato cobras, de tal forma que caí nuevamente en la desesperación y bajé el costo de la consulta por una temporada a $100.00, entonces comenzó a llegar la gente de forma masiva, de tal forma que había días que llegué a atender a 25 pacientes, sin embargo seguía agotado y sin tiempo, pero el estrés había bajado y me sentía mucho mejor.

Comenzó a fluir el dinero nuevamente y todo mejoró. Decidí independizarme de mi amigo y abrir un Spa para mujeres de clase media con costos accesibles y servicio de nutrición (algo novedoso hace 8 años), nos estaba llendo tan bien que decidimos comprar otro coche, renovar ropa, aparatos eléctricos, computadoras, salir de vacaciones, cambiarnos de casa y ya no me importaba que diera pocas horas de clase..….  hasta que llegó la crisis financiera del 2007-2008.

La consulta nuevamente comenzó a bajar, los tratamientos ahora ya no se vendían, apenas alcanzaba para pagar los gastos fijos y en la universidad me bajaron las horas a solo 5 por semana. Para ese entonces habían abierto la carrera de nutrición en otra universidad privada muy importante en la cual me aceptaron como docente inmediatamente ofreciéndome de inicio 2 materias (10 horas por semana),  al tratar de buscar compatibilidad de horarios en ambas universidades  en la primera universidad (en donde había trabajado de manera ininterrumpida 7 años como docente y de donde fui egresado de la licenciatura y en la maestría) me pusieron un ultimatum, o seguía trabajando con ellos exclusivamente o me retiraban las 5 horas que me habían ofrecido……. y nuevamente tomé la mejor decisión, cambié de universidad.

En ese mismo año no solo cambié de trabajo, sino nuevamente de consultorio, las rentas me estaban comiendo y nuevamente mi secretaria ganaba más que yo por lo que cerramos el Spa y renté un consultorio en un hospital, en donde me propusieron que fuera el jefe de nutrición clínica, mientras que en la nueva universidad todo iba muy bien, pues no tenía tantas horas, pero eran mejor pagadas (casi el doble), además el ambiente laboral era súper relajado. Mi necesidad de seguir aprendiendo me llevó a hacer un diplomado como educador en diabetes pensando en que así iba a tener más pacientes y que así podía tener más ingresos más crecientes.

El número de pacientes en consulta aunque irregular era constante, el número de horas de clase igual, parecía que entraba en una fase de meseta en mi vida hasta que en la nueva universidad abrieron la maestría en nutrición clínica, en donde me ofrecieron clases de posgrado casi todo el año, lo cual hacía que aumentara considerablemente mi sueldo como empleado.

Después de tanto esfuerzo y trabajo, tenía cubiertas todas nuestras necesidades básicas, hicimos un gran esfuerzo y comenzamos a ahorrar, con la intención de invertir para que recibiéramos un beneficio mayor que el solo hecho de guardarlo bajo el colchón o de comprar dólares para mantener el valor del dinero, pero no sabíamos cómo.

Fue hace casi 6 años, que mi hermana y mi cuñado me regalaron en mi cumpleaños un libro que cambió mi vida “Padre rico padre pobre” de Robert Kiyosaki, ellos habían visto que tenía la intención de hacer negocios, pero no sabía cómo. Literalmente lo leí en 2 días y fue entonces cuando entendí que todo lo que había vivido no me pasaba solo a mí, sino a casi todo el mundo, todo el tiempo me había concentrado en tratar de hacer dinero como EMPLEADO y AUTOEMPLEADO, en donde me pagaban por mis habilidades y tiempo, que eso me daba dinero para vivir, pero que la fortuna se encuentra en otro lado y como premio logras la tan soñada: LIBERTAD FINANCIERA.


Desde ese día he emprendido una búsqueda implacable para alcanzarla…..
















miércoles, 8 de octubre de 2014

La Metamorfosis de mi Vida. Parte 1

Desde que tengo uso de razón siempre he querido tener mi propio negocio, creo que lo tengo en mis genes. Mi abuelo materno tenía una tienda de abarrotes y en mi infancia en las vacaciones de verano me gustaba acompañarlo y me encantaba la sensación de atender a los clientes.  Sin embargo era raro ver al abuelo en las fiestas o en las vacaciones porque “tenía que atender el negocio”; aunque siempre amable, también lo recuerdo cansado pues pasaba entre 12 y 18 horas trabajando. Entonces decidí que eso no era para mí.

Decidí seguir en la escalera académica y hasta el segundo año de la preparatoria todavía no sabía que iba a estudiar, todo mundo me decía que estudiara medicina, pues tenía habilidades para el área de químico biológicas pero no estaba convencido, pues tenía la idea de que un médico debía siempre estar disponible para atender a sus pacientes y lo que yo buscaba era libertad de tiempo.

Así que decidí estudiar nutrición, siempre me he considerado un visionario, a principios de 1990 había pocos nutriólogos en México y pensé que era una carrera con mucho futuro debido al aumento progresivo de obesidad en nuestro país, además me ofrecía lo que buscaba, un acercamiento a la parte clínica, atención a pacientes, una carrera nueva y con mucho futuro, la posibilidad de mi propio negocio al abrir mi consultorio y sobre todo poner mis propios horarios, para mí la carrera ideal.

Al terminar la universidad, hice mi servicio social en uno de los hospitales más prestigiosos del país, el Instituto Nacional de Nutrición y Ciencias Médicas Salvador Zubirán y al terminar tuve una plaza temporal en el departamento de Nutriología Clínica durante 2 años más, adquiriendo una gran experiencia en el área.

AUTOEMPLEADO
Al terminar mi estancia académica decidí abrir mi consultorio en Morelia, Mich. ya que las condiciones eran ideales, solo habían 3 nutriólogos más en toda la ciudad, muchos pacientes y suficientes hospitales públicos y privados.

Con toda la ilusión acondicioné mi consultorio ideal, hice publicidad y salí a los hospitales a buscar oportunidades de trabajo esperando un gran éxito financiero, hice cálculos y a razón de 6 horas de consulta por día, 2 pacientes por hora, pues eran 12 pacientes por día y 72 pacientes por semana a razón de (en ese entonces 1998) $150 pesos por paciente eran $10,800 pesos por semana, además de los pacientes hospitalizados, era una pequeña fortuna!!!

Cuál fue mi sorpresa y desilusión que pasaron 6 meses antes de que pudiera pagar todos los gastos fijos con el dinero generado de las consultas y ni hablar del retorno de la inversión. Había semanas en que mi secretaria ganaba más dinero que yo. Todo mundo me trataba de dar ánimos, pero yo me sentía cada vez más incómodo. Pasaban las navidades y todo el mundo gastando los aguinaldos y yo haciendo recortes de gastos para pagar la renta y el aguinaldo de mi secretaria con solo 2 o 3 semanas de consulta (históricamente los pacientes dejan de asistir a consulta de nutrición a partir del 18 de Diciembre). Échale ganas, no te preocupes, el año que entra va a mejorar “el consultorio se hace con las nachas” siempre me decían mis vecinos médicos de la unidad de consultorios. Para mí una actitud demasiado pasiva.

Y en los hospitales privados para hacer nutrición clínica, ni hablar, acaparado por un pequeño grupo de médicos. Y en los públicos, peor, la burocracia en pleno. En uno después de varios meses de trabajar como voluntario, me ofrecieron $1,750.00 mensuales (si leíste bien, mil setecientos cincuenta pesos) entrando con plaza de intendente, pero encargado de la jefatura de nutrición, con toda la responsabilidad de las nutriciones enterales, parenterales y el servicio de alimentos a cubrir 60 horas por semana. Obviamente tampoco era para mi…..

EMPLEADO

En el inter me casé y varios meses después en el trabajo de mi esposa le ofrecieron un cambio lateral en la empresa (el mismo puesto y prestaciones) en Guadalajara (hermosa ciudad en donde estudié mi licenciatura) y decidimos cambiar de ciudad con $8,000.00 en la cuenta de banco (apenas para 2 o 3 meses de renta).

Toqué muchas puertas, tenía solo 60 días para lograrlo, ahora en busca de la “seguridad” de un trabajo en alguna empresa, quería sentir el cobijo de un sueldo fijo y creciente, prestaciones y bonos. 

Busqué trabajo en hospitales públicos y privados, laboratorios farmacéuticos y ninguna oportunidad se presentó. Fui a la bolsa de trabajo de la universidad en donde estudié y en el camino me encontré a la coordinadora de carrera, a la cual le platiqué mi situación o sin dudarlo me ofreció una materia para dar clases, esa idea nunca había pasado por mi cabeza, siempre dije que nunca iba a dar clases, pero mi situación era desesperada y sentí el lema “pues chamba es chamba” y no lo dudé ni 3 segundos, a iniciar con la docencia (en lo que encontraba otro trabajo).

Para los que estamos en la docencia no es raro firmar contratos temporales cada inicio de ciclo (semestral o cuatrimestral), de esta manera las escuelas se comprometen contigo mientras dure el mismo y al terminar firmas tu renuncia para volver a a iniciar si eres recontratado. Como siempre puse mi mejor esfuerzo y al siguiente ciclo me aumentaron a 2 materias más, y al siguiente otras 2 más, clases en diplomados, etc. de tal manera que ya en un año estaba ganando mucho más que lo que ganaba en mi consultorio y no tenía que repartirlo con otros (jajajajaja excepto con Hacienda, IMSS, INFONAVIT y el Sindicato).

Al cabo de 3 años más me ofrecieron un puesto administrativo de medio tiempo como coordinador de investigación (no manches!!!, yo investigador wwwwooooowwww, nunca me lo hubiera imaginado) además me pagaban extra mis clases, esto era la gloria!!, por fin tanto esfuerzo me estaba dando frutos.

Todo me parecía genial, parecía un mundo de ensueño, un puesto elegante en una universidad privada, dinero constante y creciente, hasta que llegó la realidad de lo cotidiano, trabajaba de 7 am a 8 pm (con 2 horas de descanso), juntas, juntitas y juntotas, la coordinación se convirtió en ser un revisor de la ortografía y en corregir el formato de las tesis de los muchachos, hacer una guía metodológica que nunca era suficientemente buena (según los jefes), diseñar líneas de investigación que no formaban constructos, hacer la logística de los coloquios de investigación cada cuatrimestre y en organizar a los maestros de metodología en los contenidos de la materia. La ilusión se convirtió en estrés constante y en agotamiento.

Mientras tanto en lo financiero inició la carrera de la rata como dice Robert Kiyosaki, es decir que lo que ganaba la mayoría se gastaba, había que comprar y/o renovar muebles para la casa, ropa, zapatos, computadora, encontramos una nueva y escalofriante frase “pague a meses sin intereses” y hasta compramos un carro nuevo, ¿porque no?.

Ahora lo que ganaba tampoco era suficiente y necesitaba más dinero pero no tenía tiempo para otro trabajo, revisé el famoso tabulador y me encontré que la única solución a corto plazo era estudiar una maestría, mi jefa en ese entonces ya había insistido mucho en que la hiciera “pero no tenía tiempo”, ahora la necesidad hizo que me buscara el tiempo, así que me inscribí en la Maestría en Nutrición Clínica.


Para entonces había olvidado que lo que más quería en la vida era libertad de tiempo, estaba sacrificando mis sueños por dinero……





miércoles, 1 de octubre de 2014

Una Triste Realidad en México

Hola, mi nombre es Rodolfo Guajardo Gómez y quiero contarte mi experiencia. Como después de haber trabajado casi 20 años en el área de la nutrición ahora me doy cuenta que los tiempos han cambiado, que la receta que nos dieron nuestros padres “estudia mucho y esfuérzate por hacer un posgrado para que puedas conseguir un buen empleo” pertenece a la era industrial y no a la que estamos viviendo.

Y no quiero decir con esto que no haya que estudiar o que las cosas se dan fáciles, al contrario, a lo que me refiero es que actualmente no es viable conseguir “un buen empleo, como en los buenos tiempos”. Me cuesta mucho decirlo sin desilusionar a mis alumn@s de licenciatura las oportunidades laborales son cada vez peor pagadas con sueldos para pasantes de entre $3,500 y hasta $6,000 pesos mensuales , con “prestaciones de ley” que consisten en Seguro Social e Infonavit que les descuentan del pago antes mencionado, en donde apenas les queda dinero para el transporte. Pero la mayoría se conforma con la  idea de que “no está mal para empezar” o “mientras, vamos agarrando experiencia”.
La pregunta que les hago es ¿Cuánto tiempo van a pueden vivir así? Financiando a las empresas y regalando su trabajo.

Para los egresados y los que ya tenemos nuestros añitos de experiencia la situación no es muy diferente, los sueldos oscilan entre los $8,000 y los $13,000 pesos sin importar el grado académico o la experiencia, sin embargo generalmente es mediante empresas de outsourcing, es decir “por honorarios” o como “asimilados al trabajo” en donde las empresas  se deslindan del pago de las tan apreciadas “prestaciones de ley” y ni hablar de vales de despensa, de gasolina, seguro de gastos médicos mayores o caja de ahorro.

Aquellos “afortunados” que si encuentran estos apreciados trabajos “venden su alma” durante 50 o 60 horas por semana en donde las empresas les imponen a qué hora pueden secretar sus jugos gástricos o relajar sus efínteres para que puedan los empleados ir a comer o ir al baño, y mucho cuidado con aquel osado que solicite permiso para faltar por tener un hijo o familiar enfermo porque es tratado como si fuera a vender los secretos de la empresa a la competencia.

Se vive en un ambiente laboral de constante estrés generado por la desconfianza de un nuevo recorte de personal con la idea en la cabeza de “gracias a Dios no me tocó en esta, pero no sé cuándo me vaya a tocar a mí”.

Los objetivos de trabajo nunca son alcanzados y cuando se realizan siempre hay nuevos objetivos más altos que cumplir. Llega el insomnio, el mal humor, un estado de agotamiento crónico, cada vez menos tiempo para ti y tu familia, la hipertensión por estrés, el sobrepeso y se crea un círculo vicioso.

¿Podrás vivir así durante 40 años? Para que puedas recibir una jugosa pensión de 3 a 5 salarios mínimos y eso si no eres liquidad@ antes en la empresa, ni hablar de las posibilidades de un colapso financiero o de los sistemas de salud y de pensiones.
¿Eso es lo que quieres en tu vida? ¿O buscas trabajo porque es la única forma que conoces de ganar dinero?

Recuerda que solo tenemos una vida y es maravillosa, no venimos a este mundo para sufrir por el dinero. Vivimos en un mundo lleno de abundancia y con oportunidades para todos, solo tenemos que quitarnos el miedo de aprender cosas nuevas, este es un mundo cada vez más dinámico y si nos adaptamos rápidamente a los cambios, podremos vivir de una manera próspera y sin limitaciones.

SOLO TÚ TIENES LA RESPONSABILIDAD DE SER FELIZ Y DE ALCANZAR TUS SUEÑOS.